¿Cuáles son las características que definen a un buen maestro?

En la educación mexicana, se ha hablado mucho respecto a cómo se define un “buen maestro”, cómo se desempeña en el aula y qué hace en todo momento para que se le considere como tal. Estos parámetros se han configurado a través de la historia. 

Crecimos viendo películas donde el “buen profesor” era el luchador social, el ayudador del pueblo, la esperanza viva, y como tal, el héroe que al llegar a una comunidad cambiaba todo, y honestamente, no considero menor el papel actual de un educador.

En algunas ocasiones, la mirada que determina quién es un “buen maestro” es la de los estudiantes. Otras lentes que escudriñan el tema son las de los directivos, así como los organismos evaluadores, que prescriben las competencias, actitudes y comportamientos que forman al “buen maestro”, y por supuesto, son quienes reflexionan sobre lo que se espera de su labor.

Se dice que la sociedad ha puesto estándares que muchas veces solo son alcanzables por aquellos educadores con ciertas posibilidades económicas, y por eso se ha mencionado que el término “buen maestro” ha segregado a muchos que, aún teniendo amor por la educación, pasión y vocación, no son parte de este círculo social y de influencia.

López de Maturana (2010) sostiene que a pesar de la vigencia del concepto, este ha perdido gran parte de su significado ético. Si bien es cierto que “buen maestro” es una expresión aceptada, legitimada socialmente, prestigiada y distintiva, se ha desgastado y vaciado de contenido. 

Si recurrimos a lo más elemental del concepto, la palabra “bueno”, de acuerdo con la RAE, significa “que tiene bondad en su género”, “una persona que supera el común del resto”. Esto nos hace suponer que el “buen maestro” es aquel que se sale de lo rutinario o de lo que hace la mayoría de los trabajadores de la educación.

Desde la perspectiva anterior, podemos ver que el “buen maestro” no se hace por un título, una maestría o una especialidad en didáctica o pedagogía. Ojo, no estoy diciendo que no es importante, pero sí dando perspectiva a lo que López Maturana argumenta.

Seguramente, la huella más remota en el tiempo acerca de la reflexión sobre lo que es el “buen maestro” se puede ubicar en el siglo XVII con John Locke, quien se refirió a un modelo de maestro deseable dentro del marco de su teoría educativa.

Dicho modelo, conformado por una serie de prescripciones sobre las maneras de actuar del maestro; congruentes con aspectos éticos, económicos, políticos y culturales predominantes entre los miembros de la sociedad a la que se pertenece. 

No obstante, se reconoce que años antes, Comenio, considerado pionero de la pedagogía, hizo alusión también a ese tipo de prescripciones deseables para mejorar la acción docente, pero no desde el concepto del “buen maestro”.

Ken Bain, director del Center for Teaching Excellence de la New York University, después de un amplio, riguroso y largo proyecto de investigación, materializado en la obra “Lo que hacen los mejores profesores universitarios” (2007), llega a la conclusión de que los buenos o excelentes profesores reúnen mínimamente las siguientes características:

– Primero, suelen ser expertos actualizados en el conocimiento y dominio de su disciplina; se asumen como profesionales de la docencia, asignándole la misma importancia a su tarea de investigación que a su producción. 

– Los profesores excelentes, cuentan de una manera natural con la capacidad de crear entornos de aprendizaje; generando espacios que confrontan a sus estudiantes con problemas pendientes de resolver, confiando en ellos, en su deseo de aprender y apostando a que lo lograrán. 

– Este tipo de buenos académicos son exigentes y reflejan esa actitud en el progreso esperado en el avance de sus estudiantes, haciendo de la evaluación y la autoevaluación una práctica cotidiana a partir de objetivos sustanciales en el aprendizaje de sus estudiantes y de su propia prác­tica docente.

En una investigación de la Universidad del Estado de México y la Universidad de Chiapas se preguntó a cientos de educadores qué características consideraban que un “buen maestro” debería tener y el resultado fue el siguiente:

UAEMUNACH
Capacidad para contribuir al desarrollo y formación de los alumnosBuena preparación, que domine el conocimiento que transmite, profesional y con sólida formación teórico-metodológica
Ser generador de ideas y contar con la capacidad para crear ambientes de aprendizaje en el aulaSer flexible con los estudiantes
Motivar y retroalimentarInnovador
FESC- UAEMFCS-UNACH
Pasión por enseñar, vocación y amor al trabajoActualización permanente en los temas y las materias que imparte
HonestoResponsable
Disponibilidad de tiempoÉtico
Comprometido con los estudiantesConocedor de los planes y programas de estudio
Abierto al intercambio de opiniones y experiencias entre docentes y alumnosComprometido
Abierto a nuevas ideasMantener contacto con los alumnos en el proceso formativo
Respeto al estudianteCapacidad de diseño de estrategias para desarrollar el proceso enseñanza-aprendizaje
Formación integralNo resistente al cambio

En un plano más técnico, deberá situarse social y políticamente en el lugar en el que vive: el contexto social, cultural, histórico y pedagógico. También, debería ser capaz de trabajar en equipo y estar perfeccionándose constantemente porque la vida cambia mucho más deprisa de lo que cambian las aulas. El estar educándose de manera perpetua hoy, es cuestión tanto del alumno como del profesor.

Por otro lado, Comenio nos exhorta en su libro Didáctica Magna, donde encontramos mucho del entendimiento del educador, que tenemos que ser:

“Formadores de la juventud que prestáis vuestro leal trabajo para plantar y regar las plantitas del paraíso, procurad con ansia, y seriamente, que este alivio de vuestros trabajos pueda cuanto antes hallarse preparado y aplicarse a su uso debido. ¿Qué más podéis desear que recoger el fruto abundantísimo de vuestro trabajo? Esta es nuestra vocación celestial, que la confianza de los padres os entregan sus prendas queridas, sea fuego para vuestros huesos, no dejando descanso en vosotros ni en los demás, gracias a vosotros”.

Sabemos que Dios ha llamado a cada educador a honrar al niño, invertirse en su educación y educar desde la mente del niño. Esto es la base para cada educador que está revolucionando la educación en América Latina.

Me encantaría conocer tu opinión. Escríbeme en un comentario ¿cuáles son las características que consideras que definen a un buen maestro?

Chihuahua, Chihuahua
México

Bibliografía

López de Maturana, S. (2010) Los buenos profesores. Educadores comprometidos con un proyecto educativo. Colombia, Editorial Universidad La Serna. Postic, M. (1986) “Observación y formación de los docentes” en Glazman, R. (comp.)

La docencia: entre el autoritarismo y la igualdad. México, Editorial El Caballito: 109-124.

Gutiérrez, J. M. (2008) “¿Cómo reconocemos a un buen maestro?” en Revista Mexicana.

Bain, K. (2007) Lo que hacen los mejores profesores universitarios. Valencia, PUV.

Juan Amós Comenio. (1922). Didáctica Magna. Madrid España: Porrúa.

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